Valentín Espinal y sus aportes a la labor tipográfica.


Dos grandes investigadores del origen y evolución de la imprenta en Venezuela coinciden en reconocer el lugar de Valentín Espinal (1803-1866) dentro del desarrollo del arte de la impresión en el país. Pedro Grases se refiere a él como “… el primer gran impresor venezolano de la República” y Arístides Rojas lo llama el “verdadero creador del arte tipográfico en Caracas”.
Hacia 1815, comienza Espinal a tra-bajar como aprendiz del taller de   Juan Gutiérrez Díaz, en cuya imprenta aprende la artesanal mecánica del oficio de impresor. Muy joven aún, pero ya con suficiente experiencia, asume la dirección de la imprenta cuando Gutiérrez abandona el país en 1823, obligado por el decreto de expulsión de los españoles europeos no simpatizantes con la naciente República, cuya independencia se había sellado en Carabobo, en 1821.
Durante más de cuatro décadas, de 1823 a 1866, Valentín Espinal despliega una labor editorial cuyas publicaciones resultan de trascendental importancia para la comprensión del desarrollo político, jurídico, económico, social y cultural de la Venezuela de mediados del siglo XIX.

El erudito bibliográfico Manuel Segundo Sánchez, para destacar el do-minio del proceso gráfico y la altísima factura técnica en las obras que llevaban el pie de imprenta del taller de Espinal, lo llama “el Elzevir venezolano”, en alusión a la prestigiosa familia holandesa de editores y libreros del siglo XVII, fundada por Luis Elzevir. La casa impresora fue célebre por la calidad técnica de sus impresos, la versatilidad de sus formatos y su contribución a la masificación del libro y sus económicas ediciones.
Entre la variada gama de folletos, periódicos, revistas y principalmente libros, surgidos gracias a la pasión de impresor de espinal destacan la Gaceta de Venezuela; Discurso que la Universidad de Caracas dedica a su protector el guerrero político Simón Bolívar, libertador de tres repúblicas y presi-dente de la de Colombia (Tomás Hernández Sanabria, 1827); el Breve diccionario de sinónimos de la lengua    castellana (José López de la Huerta, 1828); Fragmentos semanales (1833); la edición impresa en Venezuela del Derecho de jentes (Andrés Bello, 1837); el Diccionario razonado de legislación civil, penal, comercial y forense (Joaquín Escriche, 1840); Las leyes de Venezuela (1840); el Manual o compendio de cirujía (José María Vargas, 1842); El almacén de los niños, de madame Beaumont, en 1842, y la edición de la Gramática de Andrés Bello, de 1850.
Además de su labor como impresor, editor y escritor,Valentín Espinal tuvo una relevante vida política y educativa.

1 comentario:

  1. Un orgulloso legado ser genetica de estos intelectos activistas abogados sccientificos pioneros defenzores de libertad de vida derechos y expresion libre como Venezolanos multiculturales bilingues.. Gracias abuelos nuetros dones por la vida salud de beneficios de todos. Liliana Valentina Giordano Espinal CT US Enero 22-2022

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